Llegué a Bogotá en medio de la lluvia y del frio, salí a la puerta del hotel y pensé "La lluvia también se disfruta", así que dí un paso y en menos de nada estaba caminando por las calles de Usaquén, con sus toldos de San Pelayo, arte y artistas, sonrisas enfundadas en abrigos y bufandas, paraguas de colores, olor a café.... Mis pasos me llevaron a buscar unas grullas y su historia, pero ellas me llevaron a dos historias más, que se cruzarían con la mía.
Una historia japonesa de buenos augurios estaba en mis manos y quise compartirla con quien gentilmente me atendía, cuando levanté mis ojos, no solo los míos tenían lagrimas y le pregunté " y tú por qué lloras??" me dijo: "Tengo una pequeñita que al igual que la niña de las grullas tiene leucemia"...La miré y le deje saber que contaba con mi mano si la necesitaba...En ese justo momento, se une a esta pequeña cadena de historias, una mujer de dulce sonrisa, ella al escucharnos, nos compartió un relato y encontramos algo en común.....La mujer de dulce sonrisa, la hermosa niña y yo, escribíamos en el libro de la vida la palabra SOBREVIVIENTE, sobrevivimos cada día y de la mejor manera posible al cáncer, un final diferente....Las tres con profundos deseos, con sanación como esperanza y con 3 grullas en las manos que se volverán mil...Amé este domingo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor incluir dirección de correo electrónico y nombre completo para responder las inquietudes . Gracias.