El linfoma es un cáncer que comienza en las células del sistema
linfático, que a su vez forma parte del sistema inmunitario.
El tejido linfático se encuentra en todo el cuerpo, por lo tanto el linfoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Los dos tipos generales de linfoma son el linfoma de Hodgkin y el
linfoma no Hodgkin (LNH). Se pueden presentar tanto en niños como en adultos.
Síntomas:
· 1.-Ganglios linfáticos inflamados, sin dolor, en
el cuello, las axilas o la ingle
· 2.- Pérdida de peso inexplicable
· 3.- Fiebre
· 4.- Sudoración nocturna profusa
· 5.-Tos, dificultad para respirar o dolor torácico
· 6- Debilidad y cansancio que no desaparece
· 7.-Dolor, inflamación o sensación de hinchazón
abdominal
Diagnóstico:
Para diagnosticar un linfoma se procede a la exploración de las
adenopatías y a la realización de una biopsia ganglionar. Esta prueba se
efectúa por medio de la punción del ganglio aparentemente afectado para extraer
y analizar una muestra de tejido.
En función de los resultados de la biopsia y de la historia clínica
del paciente, el especialista podría indicar también otras pruebas diagnósticas
como un análisis de sangre que incluya hemograma y perfil bioquímico,
serologías (hepatitis ysida), radiografía de tórax y/o TAC de cuello, tórax,
abdomen y pelvis. Además, es posible que también se recomiende una tomografía
por emisión de positrones (PET) o una biopsia de médula ósea.
Los resultados obtenidos de estas pruebas permitirán al hematólogo
determinar qué tipo de linfoma presenta el paciente y cuál es el tratamiento
más indicado en cada caso. Determinar la etapa en la que se encuentra la
enfermedad es clave para ello. El sistema Ann-Arbor diferencia cuatro estadios
diferentes de la enfermedad:
Estadio I: El linfoma afecta a un único territorio ganglionar o a
una sola localización extralinfoide.
Estadio II: Se encuentran afectadas dos o más territorios
ganglionares o estructuras linfoides en el mismo lado del diafragma.
Estadio III: El paciente presenta afección de territorios
ganglionares o estructuras linfoides a ambos lados del diafragma.
Estadio IV: Es el más grave. El paciente muestra una afección
diseminada de una o más localizaciones extralinfáticas (hígado, piel, médula
ósea, etcétera), con o sin afección ganglionar.
Tratamiento:
Cada linfoma tiene un tratamiento diferente, pero los tratamientos
convencionales ahora incluyen diversos regímenes de quimioterapia, radioterapia, e inmunoterapia, o combinaciones
de dichos tratamientos, dependiendo del paciente y su contexto.
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