Se calcula que el 75% de los cánceres de garganta están relacionados con el consumo de alcohol y tabaco; sin embargo, hasta ahora era difícil valorar la contribución de cada uno de estos factores de riesgo por separado debido a que en la mayoría de los casos suelen practicarse en paralelo. Un grupo de científicos franceses ha seleccionado a miles de fumadores que nunca habían bebido y a bebedores de alcohol que nunca habían probado un cigarrillo para dar con la respuesta a esta cuestión.
Para ello reevaluaron las conclusiones de 15 estudios publicados en todo el mundo sobre el papel del alcohol y el tabaco en la aparición del cáncer de garganta, separando el peso que ambas sustancias tienen, cada una por su lado, en el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Así, mientras sus datos confirmaron el papel perjudicial del tabaquismo (con mayor riesgo a mayor consumo, duración y frecuencia del hábito), la influencia del alcohol en los tumores de garganta únicamente se vio claramente en bebedores frecuentes, es decir, en personas que consumían tres o más copas al día.
Concretamente, según explican los autores en las páginas de la revista 'Journal of the National Cancer Institute', el tabaco es responsable del 24% de los cánceres orales en fumadores que no beben alcohol, especialmente de aquellos tumores que surgen en la laringe. La relación, más acentuada en mujeres que en hombres fumadores, también arrojó algunas diferencias geográficas, lo que hace pensar a los investigadores en que el tabaco que se consume en las diversas zonas del mundo contiene cantidades diferentes de ciertos ingredientes tóxicos.
Por el contrario, sólo el 7% de las neoplasias de cabeza y cuello en no fumadores puede atribuirse al alcohol. Aunque eso sí, el estudio subraya que el riesgo de enfermedad era superior entre los bebedores que entre la población general, que no consume alcohol habitualmente.
El equipo dirigido por la doctora Mia Hashibe, especialista de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), con sede en Lyon (Francia), considera que este análisis de los dos principales factores de riesgo del cáncer de garganta por separado ofrece valiosa información sobre el origen y los mecanismos que dan lugar a este tumor. De hecho, apuntan la posibilidad de que el etanol de las bebidas alcohólicas actúe como "disolvente" de los carcinógenos del tabaco, favoreciendo su acción en la región orofaríngea.
En todo el mundo se diagnostican cada año 600.000 nuevos tumores de garganta, un cáncer que causa anualmente 300.000 muertes y, a pesar de las limitaciones de su análisis restrospectivo, los autores consideran que ésta es una información muy valiosa de cara a la prevención. "Si los bebedores nunca fumasen podrían evitarse una cuarta parte de los tumores de cabeza y cuello provocados por el tabaco", concluyen.
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