El ovetense Pablo Nanclares volverá a dirigir mañana un partido de Segunda B tras superar una leucemia que le llevó al límite
Oviedo, Mario D. BRAÑA
El domingo, a las cinco en punto de la tarde, un asturiano dará el pitido inicial del Lugo-Celta B en el Anxo Carro. Un partido más de Segunda B si no fuese porque lo arbitrará Pablo Nanclares, que ya nunca más podrá pasar desapercibido. Porque la historia de Pablo Nanclares Centeno (Oviedo, 8 de marzo de 1978) servirá de ejemplo para los enfermos de leucemia.
Tras dos años de lucha, en los que llevó su resistencia al límite, Nanclares volvió a hacer vida normal, salvo por un detalle importante para él: el arbitraje. Falló en su primer intento por recuperar su plaza en Segunda B, pero el 14 de diciembre superó las pruebas físicas que le permitirán volver a disfrutar mañana de la fiesta del fútbol. Es el árbitro coraje.
En mayo de 2009, tras acompañar a Enrique Mejuto a San Mamés como cuarto árbitro en un Athletic-Mallorca, Pablo Nanclares dio su brazo a torcer: «Llevaba un tiempo cansado, comía poco y sangraba por la nariz. Mi hermana me obligó a hacer unos análisis». A las dos horas de la extracción, sus padres recibieron una llamada: Pablo tenía que ingresar urgentemente. Del susto pasó en seguida a la certeza de que pasaba algo grave, leucemia.
«Me ingresaron directamente en la unidad especial de aislamiento y al día siguiente ya me dieron la primera sesión de quimioterapia de alta intensidad».
Para leer el artículo completo ir al siguiente link http://www.lne.es/deportes/2012/01/14/arbitro-coraje/1183907.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor incluir dirección de correo electrónico y nombre completo para responder las inquietudes . Gracias.