El protagonista de esta historia es Ludwin Santiago , la ternura personificada, la inocencia y la fe.
Desde hace algún tiempo en una actividad de la fundación , este pequeño nos manifestó que deseaba "una pistica de carritos", que algún día llegaría, de seguro para navidad, si se portaba bien.
Cada cosa tiene su momento y su lugar , así que pasó un tiempo y a nuestra puerta llegó Jhon Jairo Martinez, venía cargado de una bolsa enorme de regalos , en medio de esa bolsa, había una pista de carros que tendría un dueño muy especial.
Ludwin y Jhon fueron invitados a pasar por nuestras oficinas para cumplir una cita con un sueño.
Lo que Ludwin no imaginaba después de cubrir sus ojitos era que Jhon sería la persona que había decidido dibujar una enorme sonrisa en su rostro.
La emoción se hizo evidente cuando destapo sus ojitos y pudo ver su anhelada pista.
Abrazos de agradecimiento
Para todo queda tiempo , en especial para dar gracias a DIOS , la oración la dirigió Ludwin , agradeció las cosas buenas que Dios la ha dado y las que aun no han sucedido, agradeció por el trabajo de su papito y por las personas buenas como Jhon.
Y al final , listo para la carrera !!!! sueño cumplido.
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