miércoles, diciembre 31, 2014

REFLEXIÓN PARA LA ÚLTIMA NOCHE DEL AÑO

 Hace un instante miraba a las personas caminar afanadas con las compras de último momento para la cena de fin de año, corrían a mí alrededor mientras yo estaba inmóvil observando sus rostros, algunos de alegría, otros de preocupación y otros simplemente apacibles….

Pensé entonces en mi  última década y como los afanes de la vida cambian, en estos últimos 10 años de mi vida viviendo con una enfermedad a la que suelen llamar terminal, he vivido de otra manera los tiempos… conocí que la palabra prioritario no significa lo mismo dependiendo de quien la lea, que puede incluso ser ignorada, mi realidad es la de miles de Colombianos con enfermedades de alto costo que en algunos casos  les agregan la palabra terminal, término que carece de dignidad, motivo por el cual, yo decidí que soy una persona en riesgo vital , no una persona terminal.

Me propuse desde el momento en que me diagnosticaron  generar cambios en mi entorno y  de ser posible en mi país, he aprendido que debo participar de las decisiones que me afectan como colombiana, que no me puedo quedar pasiva cuando miles de familias sufren por la dificultad de acceder a tratamientos con dignidad, calidad, oportunidad y eficacia.

Las barreras de acceso siguen siendo  el flagelo de muchos colombianos que deseamos vivir igual que los demás, ser productivos,  generar cambios, aportar a la sociedad como profesionales y como seres humanos….tenemos los mismos valores , los mismos sueños y la misma pasión por la vida, pero esto no es suficiente, las barreras de acceso a los servicios de salud  disminuyen las posibilidades de contar con un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo.

El Instituto Nacional de Cancerología advierte que en Colombia el 60% de pacientes con cáncer mueren por carencia de tratamiento,  en nuestro país se han aprobado leyes y decretos que permiten a los ciudadanos tener un acceso completo, efectivo e integral a la salud, sin embargo se pasan por alto, dicen desconocerse o quedan con vacíos que permiten a las EPS,  vulnerar de manera directa y constante los Derechos Fundamentales, Humanos y de todos los tratados internacionales que protegen la salud y la vida.

La mayoría de los usuarios de las entidades prestadoras del servicio de salud con enfermedades de alto costo, hemos tenido que recurrir a acciones legales (tutelas y desacatos) para hacer valer nuestros derechos, durante estos últimos años he visto a muchos amigos, usuarios de la fundación y hasta trabajadores de las mismas EPS,  ser víctimas de la negligencia administrativa, de la inoperancia, de la falta de humanismo y  del irrespeto a la dignidad humana…. No podía quedarme solo observando, reaccioné y empecé a hacer lo que nunca había hecho, proteger los derechos humanos de las personas, derechos que eran también los míos.

Hoy en día son cientos de personas que aprendieron al igual que yo y que se han unido a una larga cadena de manos para proteger la dignidad, la salud y la vida, espero que dia a dia se unan cientos de manos más, para generar cambios y  que este nuevo año, traiga consigo un sistema de salud más accesible, oportuno y eficaz, donde sea real y tangible que los pacientes con cáncer somos una prioridad en Colombia,  espero que las leyes, decretos y resoluciones no se queden en el papel, que los esfuerzos de muchos colombianos por hacer de este país un sitio mejor, sea fructífero.

Solo me resta decir, que en el 2015 sigamos uniendo esfuerzos por lograr un mejor país para todos, FELIZ AÑO, SALUD Y VIDA!!!

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