Intervención en la Comisión V del Senado de la República.
Buenos Días, señoras y señores.
En Colombia se ha vuelto cotidiano que a través de las noticias nos enteremos de la crisis de la salud y de los problemas financieros del sistema, pero también vemos pacientes clamando por servicios que requieren para recuperar su salud, salvar su vida o tener una muerte digna.
Los pacientes se están viendo obligados a recurrir a plantones, acciones de tutela, múltiples desacatos, denuncias en la Supersalud, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, las personerías y en instancia internacionales , todo esto con una única finalidad, salvaguardar sus vidas o las de sus seres queridos.
La Corte Constitucional entiende que las personas con sospecha o diagnóstico de cáncer son sujetos de especial protección constitucional, basándose en el artículo 13 de la Constitución Política.
El diagnóstico de cáncer, implica una carga mayor de necesidades, mayor complejidad en el manejo de la misma, y genera un deterioro progresivo en la persona.
El cáncer nos hace vulnerables y si hablamos de los niños aún más, los niños y niñas con cáncer son sujetos de doble protección constitucional.
Si revisamos una gran cantidad de normativa, planes y reformas, vemos un común denominador, se habla de la atención centrada en el paciente, integral, oportuna, eficaz, continua, pero desafortunadamente pocos la aplican y parece quedarse siempre en el papel.
La oportunidad, es la posibilidad que tiene el usuario de obtener los servicios que requiere, sin que se presenten retrasos que pongan en riesgo su vida o su salud, la oportunidad va de la mano con la continuidad.
La atención integral es un enfoque en el que se deben atender todas las necesidades del paciente, y no solo las necesidades médicas y físicas. La atención integral, involucra la colaboración de muchos profesionales, con una gama de servicios para los pacientes y familiares, incluyendo programas educativos, asesoría emocional, grupos de apoyo y programas sociales.
Los pacientes en Colombia, que al fin al cabo somos todos en algún momento de nuestras vida , nos estamos viendo sometidos a la interrupción abrupta de nuestros tratamientos por cambios intempestivos de IPS, lo que impide la continuidad en la atención, cobrando víctimas y generando mayores costos, no es posible que un paciente con cáncer o sus familiares deban recorrer media ciudad haciendo colas interminables, para autorizar las ordenes médicas, realizarse un laboratorio, una imagen diagnostica o ir a una consulta, los hay también que recorren el país en busca de soluciones de ciudad en ciudad dependiendo de los contratos de las EPS con las IPS, pero en ocasiones existen los servicios en la ciudad donde residen, aun así deben desplazarse tras escuchar estas palabras funestas “NO HAY CONTRATO”.
Las barreras administrativas de algunas EPS, generan grandes costos al sistema, costos que no solo son financieros, también son costos sociales y de vidas humanas, no es un secreto pues existen estudios que así lo demuestran , como por ejemplo un artículo publicado en el año 2015 por la revista Clinical Lymphoma, Myeloma & Leukemia, donde se evidencia que los pacientes que tuvieron un tratamiento continuado y un buen manejo gastaron un poco más en medicamentos pero generaron menos costos en los desenlaces en salud, al contrario, los que interrumpieron tratamiento, ahorraron en la tecnologías en salud pero sus costos por desenlaces negativos (urgencias, hospitalización, ayudas dx, etc.) fueron mucho mayores y al año de seguimiento resultaron más costosos, que los pacientes que no interrumpieron su tratamiento y esto en un horizonte temporal de sólo un año.
Cuantificar la carga económica real del un tratamiento puede aportar datos valiosos para identificar estrategias óptimas para el manejo de las enfermedades, beneficiando a los pacientes, sus familias y al sistema de salud.
Necesitamos como pacientes y como colombianos que se evite el fracaso del tratamiento mediante una gestión óptima, de calidad, centrada realmente en el paciente , con integralidad y humanización, con un modelo de contratación que permita al paciente la continuidad de un tratamiento sin ningún tipo de interrupciones, todas estas acciones en conjunto reducen los costos de la atención y se ve reflejan en calidad de vida y sobrevida.
Desde nuestra perspectiva es una buena opción convertir las EPS en Gestoras del riesgo, desligándolas del manejo del dinero, hoy en dia el incentivo es de tipo económico lo que termina afectando la calidad de la atención, pensamos que el incentivo para la EPS debe basarse en los resultados en salud , lo que implica que deben caracterizar a su población, estructurar de manera permanente una nota técnica, que no es más que estimar las acciones de salud que deben ser desarrolladas de acuerdo al perfil epidemiológico de las personas y las familias.
Como actores del sistema debemos trabajar juntos para erradicar la negligencia administrativa, la desidia por la vida humana, juntos podemos y debemos salvar vidas, solo tenemos que implicarnos y hacer tangible, una atención centrada en el paciente, humanizada, oportuna, continua, integral y resolutiva, que es lo que al fin y al cabo todos queremos y merecemos.
Muchas Gracias.
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