En una verdadera pesadilla se ha convertido el sistema de salud, entre más complejidad se requiere, más barreras de acceso se encuentran.
Cada vez que a se reciben las ordenes de un médico tratante, tiene uno que encomendarse dentro de su creencia a Dios, primero para que se lo autoricen lo requerido y segundo para que la autorización se haga efectiva.
Si usted superó el primer obstáculo trate de superar el segundo, es ahí cuando escuchamos palabras como estas: “no hay contrato”, “no tenemos disponibilidad”, “le toca esperar”, “no hay agenda”, “no hay presupuesto” y así sucesivamente, pero a estas alturas usted ya debe estar familiarizado con lo que está leyendo, pues nadie se escapa, tarde o temprano lo escuchará.
Es que hasta las EPS que tienen el ranking de los primeros puestos por buen servicio, ya están presentando atrasos en la entrega de la medicación.
Cada vez son más las recaídas de las enfermedades por falta de atención oportuna y de calidad, vemos muertes prematuras que eran evitables, no es posible que para sobrevivir a un diagnóstico primero tengamos que sobrevivir al sistema de salud.
¿Será que no somos capaces de reaccionar y de una vez por todas, hacer que esto funcione? No puede ser posible que nos contagiaran la indolencia y la negligencia, los pacientes somos víctimas y también necesitamos reparación.
@FUESPERANZAVIVA
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