2017 fue un año que trajo consigo la liquidación de EPS, entrada en vigencia de la ley estatutaria en salud, eliminación del POS e implementación del Mipres, nuevo listado de inclusiones y exclusiones, sanciones millonarias a EPS, pero también en este año la deuda de las EPS con clínicas y hospitales llegó a 8,2 billones de pesos, afectando la prestación de los servicios, se incrementaron las acciones de tutela y desacatos por falta de continuidad y oportunidad en los tratamientos, se hizo recurrente en los medios de comunicación las denuncias que evidencian la vulneración constante de los derechos a la salud, la vida, la igualdad y la dignidad de las personas.
Hipócrates dijo que: “Sanar es una cuestión de tiempo, pero a veces también es cuestión de oportunidad” y aunque se dice que en el 2017 aumentó la cobertura, el acceso oportuno y la calidad de los servicios de salud se han visto seriamente disminuidos, el panorama para 2018 no es alentador, mucha ley, mucha reforma, resoluciones, etc, pero del papel al hecho hay mucho trecho.
La salud para todos los colombianos es un derecho fundamental, es una condición que permite el goce pleno de otros derechos como la vida, la igualdad y la dignidad, sin embargo 2017 deja un sabor amargo en muchas familias colombianas, que fueron víctimas de la indolencia y la falta de humanización de las EPS.
@FUESPERANZAVIVA
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