jueves, diciembre 25, 2008

TRABAJO SOBRE CÉLULAS MADRE DEL CÁNCER DESBARATA LA TEORÍA MÁS EXTENDIDA


PORTADA DE LA REVISTA 'NATURE'
Un trabajo sobre las células madre del cáncer desbarata la teoría más extendida
El melanoma, un tipo de cáncer de piel, esconde más células iniciadoras de lo que se creía

Portada de la revista Nature
Actualizado miércoles 03/12/2008 19:13 (
CET)

MARÍA VALERIO
MADRID.- Hace algún tiempo que los científicos manejan el término de células madre del cáncer. Se sospechaba (y en algunos casos se han llegado a identificar con precisión bajo el microscopio) que existe una pequeña proporción de las células del tumor que son responsables de iniciar el proceso maligno.
Es decir, que si se trasplanta una única de esas células madre a otro organismo, ella sola es capaz de dar lugar a un nuevo cáncer. Sin embargo, un trabajo publicado en la portada de la revista 'Nature' esta semana pone en cuestión algunas de las cosas que se daban por seguras hasta ahora.
El estudio está firmado en primer lugar por la española Elsa Quintana, que trabaja desde 2005 en el laboratorio de Sean Morrison (director del ensayo) en las instalaciones del 'Life Sciences Institute' de la Universidad de Michigan (en EEUU).
En trabajos con ratones, el equipo de Quintana sugiere que la cantidad de células madre que contiene un tumor podría ser mucho mayor de lo que se había sostenido hasta ahora. Al menos así lo han demostrado en el melanoma, el cáncer de piel más agresivo.
La hipótesis de las células madre del cáncer ('cancer stem cells', según su denominación en inglés) ha ido ganando adeptos en las últimas décadas. Se han observado en tumores de mama, cerebro, páncreas y, sobre todo, en tumores sanguíneos, y se sospecha que son resistentes al tratamiento estándar con quimio y radioterapia.
Por eso, aunque se calculaba que apenas representan una de cada millón de células tumorales, podrían sobrevivir a la terapia y favorecer las recaídas. En estos casos la estrategia terapéutica debía ir encaminada a indentificar estas células especiales tan poco frecuentes para poder atacarlas directamente.

De una entre un millón, a una de cada cuatro
Sin embargo, el nuevo estudio desbarata esta hipótesis. Para demostrarlo, los investigadores inyectaron células malignas tomadas directamente de varios pacientes humanos en ratones inmunodeprimidos (algo habitual para que no rechacen el injerto). Y descubrieron que en realidad no son tan pocas las células capaces de reiniciar el tumor en un nuevo organismo, sino que su cantidad podría elevarse por lo menos a un 25%.

La investigadora, Elsa Quintana, con uno de los ratones del experimento. (Foto: U. Michigan)
"Nosotros asumimos inicialmente que el melanoma también seguiría el modelo convencional de células madre cancerosas", explica Quintana a elmundo.es desde Michigan. "De hecho, utilizando un roedor inmunodeprimido convencional también necesitábamos inyectar entre 100.000 y un millón de células para lograr que el cáncer apareciera".
Pero decidieron mejorar su método y emplearon un nuevo tipo de ratón de laboratorio, aún más debilitado inmunológicamente. Concretamente, desactivaron no sólo sus linfocitos B y T (como se venía haciendo hasta ahora), sino que les dejaron sin otras células defensivas denominadas 'natural killers' (o células asesinas).

Además, a los roedores les "inyectamos las células humanas con una sustancia que aporta nutrientes y parece favorecer su supervivencia en un ambiente tan inhóspito como es la piel de un ratón. Con este nuevo modelo experimental vimos que una de cada cuatro células era mala. De hecho, en este estudio se demuestra por primera vez que se puede reproducir un tumor a partir de la inyección de una única célula cancerosa", señala Quintana.

"Al principio mejoramos el método con la idea de lograr que los tumores apareciesen antes (porque tardaban demasiado en surgir) y con necesidad de inyectar menos cantidad de células", confiesa la investigadora alicantina, "así que tardamos casi tres años en darnos cuenta de nuestras conclusiones".

¿Un modelo desacreditado?
"Esto demuestra que no vamos a ser capaces de acabar con el melanoma eliminando únicamente una pequeña proporción de células", coincide por su parte Morrison. "Tendremos que reorientar nuestros esfuerzos científicos, y mientras seguimos buscando nuevos tratamientos para el cáncer de piel, deberemos considerar que es necesario eliminar una elevada cantidad de las células tumorales", añade el dermatólogo Timothy Johnson, otro de los co-autores.
"Ahora habrá que revisar si todos los cánceres que hasta el momento seguían la hipótesis de las células madre del cáncer la cumplen con nuestro modelo", explica Quintana, que no descarta incluso que su ratón de laboratorio no sea válido para otros tumores. "No podemos asumir nada", añade, "ni siquiera estamos diciendo qué es lo que pasa en el paciente, sino que dado que demostramos que la gran mayoría de las células cancerosas tiene el potencial de reproducir el tumor en condiciones experimentales, es importante eliminar todas las células malignas para acabar con el melanoma. Porque el 25% de ellas, y probablemente más, tienen capacidad tumorgénica".

Ni ella ni el autor de un comentario en la misma revista creen que el modelo de las células madre tumorales esté totalmente desacreditado, aunque sí que habrá que revisar las cifras que se han manejado hasta ahora porque probablemente se hayan infravalorado. "No está claro cómo de relevantes clínicamente son estos resultados", reconoce Connie Eaves, de la Agencia del Cáncer canadiense en su artículo editorial.

"Es posible que sus conclusiones sean aplicables únicamente para un pequeño grupo de tumores, con mutaciones específicas o sólo en ciertas fases de la progresión tumoral, que se deban a ciertos elementos del entorno del tumor o al estado de inmune del paciente", señala el editorialista. "En cualquiera de los casos, este trabajo nos despierta un sano escepticismo".

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