EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS TERAPIAS
MARÍA VALERIO(tomado de EL MUNDO.ES)
CABELLO , PIEL , UÑAS , CONSEJOS PRACTICOS
La pérdida del cabello es uno de los efectos secundarios más frecuentes, y también más visibles, de la quimioterapia. No todos los pacientes reaccionan igual, y no todos los fármacos provocan las mismas consecuencias, pero lo habitual es que el vello reaparezca al finalizar las sesiones, eso sí, con un color o textura algo diferente al de siempre. Si hubiese que elaborar un ránking de preocupaciones estéticas entre los pacientes con cáncer, la alopecia ocuparía, sin duda, el primer puesto.
No existe una recomendación universal en cuestiones estéticas, mientras algunas personas prefieren dejar el cuero cabelludo al aire libre, muchas otras se sienten más cómodas utilizando pañuelos o pelucas. En cuanto a los champús, se recomienda elegir una variedad suave, sin demasiados componentes químicos que resultan abrasivos para el cuero cabelludo. Lo mejor es aplicarlo con suavidad, sin frotar y, en los casos de alopecia parcial, evitar el secador demasiado caliente.
Muchos de estos productos, además de calmantes y oxigenantes, estimulan el cuero cabelludo y lo preparan para cuando el pelo vuelva a crecer.
Respecto a los tintes, existe una creencia muy generalizada de que deben evitarse a toda costa, sin embargo, en opinión de la oncóloga Pilar García Alfonso, puede optarse por productos vegetales, que no sean demasiado agresivos, y que "acaben con el tópico del 'prohibido teñirse'".
Pero no sólo desaparece el vello de la cabeza; el pubis, los brazos, piernas o cejas suelen verse afectados también por este efecto secundario. En el caso de las cejas, los elementos más visibles, existen multitud de técnicas que permiten dibujarlas de nuevo para recuperar un aspecto lo más natural posible. Los especialistas suelen desaconsejar las pestañas postizas debido a los pegamentos que se utilizan para su colocación y que pueden resultar demasiado fuertes para el párpado, aún débil.
Además conviene cuidar bien las uñas, evitando los esmaltes y los quita- cutículas que pueden provocar pequeñas heridas, propensas a infectarse. Lo mejor, el tradicional 'palito de madera' sin punta.
En el caso de la radioterapia ,La piel es la parte de nuestro cuerpo más afectada. La zona tratada suele enrojecerse y provocar picores a consecuencia de las radiaciones. Junto a la hiperpigmentación (oscurecimiento), la sequedad suele ser la sensación más frecuente. Por ello, la higiene y el cuidado de la piel son fundamentales, aunque conviene evitar los jabones o cremas demasiado fuertes. Esta prohibición se extiende a las limpiezas de cutis y a otro tipo de tratamientos faciales como el 'peeling'. Junto a ello, las cremas hidratantes naturales o el uso de ropa holgada pueden ayudar a sobrellevar mejor esta terapia.
Por otro lado, un acto tan cotidiano como la depilación también puede verse trastocado. No se deben depilar las zonas irradiadas, y para el resto, lo mejor es emplear maquinillas eléctricas para evitar posibles cortes provocados por las cuchillas.
Es importante evitar la exposición al sol para no irritar aún más la piel, especialmente debilitada a consecuencia del tratamiento, así como colonias o lociones con demasiado alcohol. En opinión de la doctora García Alfonso, sería fundamental que las compañías elaborasen un listado de todos aquellos productos de protección solar (y cremas en general) con bajo contenido en alcohol u otros componentes abrasivos que pueden usar los pacientes oncológicos para facilitarles la elección.
El desconocimiento, asegura, es especialmente peligroso en el mundo de los esteticistas que, "con la mejor de las intenciones pueden resultar perjudiciales para el paciente" , a quienes achaca desconexión y falta de información.
En opinión de Ana Álvarez, psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer, el problema radica en que los oncólogos no pueden ocuparse de todo, "están demasiado ocupados, y no tienen tiempo suficiente para estas cosas".
Y además está la idea de que la estética sigue considerándose un aspecto nimio y secundario, "pero no hablamos sólo de la caída del cabello, sino que trata de un encadenamiento de hechos –sequedad de la piel,alopecia, agrietamiento de las uñas...– que se añaden a la dureza del propio impacto del diagnóstico". Como asegura la doctora García Alfonso, nadie debería olvidar que estos trastornos de imagen "no son mortales, pero sí amargan la vida". Una peluca y el maquillaje no cura el cáncer, pero hacen la vida más grata.
Somos una organización independiente, sin ánimo de lucro, creada con el objetivo de asesorar pacientes con patologías oncológicas, hematológicas y a sus cuidadores en tres aspectos importantes, autogestión de bienestar, navegación en el sistema de salud colombiano para acceder a un tratamiento integral y apoyo emocional para afrontar el diagnóstico de una manera positiva.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Pasar por un diagnóstico de cancer ya es dificil , y sentir los cambios del cuerpo y la imagen tambien , pero es cierto que se pueden tener todos estos cuidados , que he leido en el artículo y que uno se anima un poco más , y como dicen al final: Una peluca y el maquillaje no cura el cáncer, pero hacen la vida más grata
ResponderBorrar